Para quién no lo recuerde
Tristan Miller es un
runner que en el año 2010 superó el desafío impresionante de correr hasta 52 maratones (uno a la semana) alrededor del mundo. La experiencia sublime de este australiano pudo ser seguida (a través de su página web
RunlikeCrazy) por miles de personas que hoy lo ven como un ejemplo a seguir de Corredor Popular incombustible y con una fuerza de voluntad infinita.
De entre los 52 maratones que Tristan seleccionó para correr alrededor del mundo estuvo nuestra
Maratón de Gran Canaria, de la que guarda además un gratísimo recuerdo. Es por eso, que desde que nos pusimos en contacto con él no dudó en solidarizarse con el movimiento
“SiGCmaraton2012” y además aportar su testimonio en esta entrevista reveladora y rebosante de sentido común.
1)¿Qué piensas sobre que la Maratón de Gran Canaria no sea celebrada el año próximo debido a una decisión política después de dos años exitosos?
Es muy decepcionante escuchar que la
Gran Canaria Maratón (GCM en adelante) solo ha durado dos años. De los 52 maratones que corrí en 2010, fue uno de mis favoritos. Le he contado a mucha gente mi excelente experiencia en la GCM y en
Las Palmas como un lugar buenísimo para visitar.
La gente no vendrá solamente a correr una media maratón, solo vendrán al maratón si éste continua existiendo.
2)¿Encuentras la Crisis Económica como una buena razón para eliminarla?
La Crisis Global es una razón muy triste para eliminar la carrera. La crisis amenaza muchas cosas en el mundo, pero nuestra salud y bienestar no debería ser una de ellas. Un maratón es un desafío físico y mental, es casi un viaje espiritual, que nos permite alcanzar un objetivo que normalmente está más allá de nuestras capacidades.
Es ese poder el que nos permite superar este desafío de la Crisis y creer en nosotros mismos, incluso cuando todo va mal y no podemos controlar los resultados. Si mostramos lucha y autocontrol, entonces el maratón será un regalo que nos mantendrá orgullosos, aunque el mundo siga luchando contra su hoja de balances financieros.
Me parece importante mantener el maratón como desafío y como fiesta de la ciudad tanto para los corredores locales como para los turistas.
3) Has corrido muchos maratones, en tu opinión, ¿Cuál es el mejor proyecto (con sus estrategias y acciones) desde cualquier punto de vista para tener buen maratón permanente en una ciudad como LPGC?
Cambiaría pocas cosas de la
GCM. Comenzar y terminar en el mismo punto de la ciudad es algo bueno. Las dos vueltas permiten a la gente ver a los corredores en un área determinada y animarles continuamente. Hay que estimular a la ciudadanía a participar en la carrera de una forma o de otra para que se adueñen de la ciudad. Esto aporta más orgullo todavía y devoción por una carrera que debe ser de todos.
Hay algunos maratones que podrían denominarse
“hermanos” si la GCM está dispuesta a trabajar junto a ellos para construir una
marca fuerte. Los maratones más importantes tienen puntos claros de diferenciación que todos los corredores tienen claro. Están los que representan a grandísimas ciudades como New York City, Londres, Berlín, Tokio o Roma. Están los que circulan por maravillas culturales como la Gran Muralla, el Valle de los Reyes, la Isla de la Pascua o maratones de continentes lejanos como el de Sydney o el Antártico.
La GCM está en una isla. Pues bien, hay que venderlo como uno de los
“grandes maratones insulares” del mundo desarrollando ese punto de diferenciación. Junto a otros maratones como Honolulu, Chipre o Jamaica (todas grandes carreras) pueden aportar la oportunidad de establecer la carrera como parte de un circuito. Esto cimentará LPGC como un lugar
“obligado” para correr un maratón.
Los corredores de maratón son como
Coleccionistas de Experiencias. Necesitan una razón para ir a Gran Canaria, pues vamos a dársela.
4)¿Cómo recuerdas tu experiencia en la GCM hace dos años?
Me encantó. Allí corrí en una de mis 6 mejores marcas de todo el año 2010. Es muy llana y divertida. Disfruté corriendo por el paseo de la playa. La gente animaba mucho y eran muy respetuosos y los demás corredores eran gente dura y valiente. La organización fue perfecta, con bebida suficiente en los avituallamientos. Además, siempre cuento a la gente la experiencia increíble de las piscinas de hielo para recuperar después de la carrera. Es una idea buenísima que no he visto en ningún otro lugar.
Volvería a hacer esta carrera otra vez. Es una excusa excelente para volver a Gran Canaria a hacer turismo.
5) Finalmente, ¿Qué le dirías a los corredores canarios que están luchando para defender su carrera?
Yo pude sentir el orgullo de los corredores canarios en la primera edición de su maratón. Esa pasión es contagiosa, incluso para alguien como yo, que vive en el otro lado del mundo y solo habla inglés. Como corredor de
Melbourne (Australia) estoy orgulloso del Maratón de Melbourne, el más grande de Australia actualmente. A esta carrera le ha llevado algún tiempo hacerse con un lugar pero ahora es una institución de nuestra ciudad. Es tan importante como una final de fútbol.
Espero que la GCM pueda convertirse en una fecha señalada en el calendario. Algo de lo que todos los canarios y todos los españoles puedan sentirse orgullosos. Si dejan morir la maratón tan pronto, tardarán años en volver a comenzar de nuevo. Les animo a convertir su carrera en una tradición. Si lo hacen, yo, por mi parte, continuaré promocionando la carrera en los círculos del
running y via on line. También prometo retornar y correr con todos los canarios de nuevo si el maratón cumple 3 años. ¡Hay que luchar por un maratón en el que correr!